Juego de Ladrones

“Juego de Ladrones” (The code) cuenta la historia de un veterano ladrón (Freeman) que recluta a un joven delincuente (Banderas) para ayudarle a llevar a cabo un último encargo y poder saldar así su deuda con la mafia rusa.

A falta de haber visto la película vamos a compartir con nuestro lectores algunos datos de esta cinta que nos proporcionó la distribuidora, empezando por la forma en la que Freeman ve a su personaje del veterano Keith Ripley, antihéroe de la historia. “Ripley es un ladrón de primera que lleva años trabajando por todo el mundo. Tiene muchísima experiencia, es muy culto, muy avispado, y también es muy buscado por la policía”.

Por su parte, el personaje de Banderas tiene muchos matices que van saliendo a la luz según se va desarrollando la historia. “El plan es robar un objeto muy preciado, y durante casi toda la película vemos a los ladrones preparándose para dar el golpe”, dice Banderas. “Pero hay un tema subyacente: entre los dos socios hay asuntos pendientes, unos asuntos que tienen que ver con las mentiras, las relaciones humanas y sobre descubrir qué es verdad y qué es mentira”.

A pesar de que casi todo el rodaje se llevó a cabo en Bulgaria, algunas de las escenas clave sí se rodaron en Nueva York. El equipo se trasladó a Brighton Beach en Brooklyn y también rodaron una escena clave en el metro de Manhattan, que mantiene el look de películas clásicas de los años 70 como “Contacto en Francia”. “Este tipo de películas intenta recuperar el clasicismo de los años setenta y los años anteriores”, comenta Banderas.

Con todo, a pesar de basarse en una idea conocida, “Juego de Ladrones” quiere plantear una interpretación abierta llena de giros, con una trama que va más allá: “Es una película sobre ladrones, pero no se queda en ser sólo una película de género porque combina cuestiones como el amor y la traición”, añade Leder. La intención de la directora es lograr que el público espere lo inesperado, con un filme que tendrá a los espectadores en tensión hasta el último momento.

“La película quiere divertir al público. Es una película entretenida que se centra en la buena química que existe entre estos dos grandísimos intérpretes”, resume su productor Avi Lerner, responsable entre otras de la comedia del año pasado “El Nuevo Novio de mi Mamá”, protagonizada por Antonio Banderas. Así que queda bajo su propio riesgo.